Camilo González Posso
Investigador de los estudios de paz, los derechos humanos, del ambiente y de iniciativas de memoria histórica, es escenarios de acción como el CINEP, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz – INDEPAZ, como fundador- coordinador general del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación en Bogotá. También fue comisionado por la sociedad civil en la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad creada por el Acuerdo de Paz.
En el artículo Luces y Sombras de la Paz hice algunos comentarios a la implementación de la política de Paz Total y propuse que hacia el final del gobierno de Gustavo Petro y hacia el próximo cuatrienio se pase a un programa de Construcción Integral de Paz para darle un orden a los distintos componentes y superar actuales dificultades. La perspectiva de la paz posible pone en el centro a las fuerzas sociales y políticas transformadoras y no a las relaciones con los grupos armados. Eventuales conversaciones de paz o de no violencia con grupos armados pueden ser componentes condicionados y subordinados de la construcción integral de paz, pero no su columna vertebral. De este diseño se desprenden muchas líneas de acción y estrategias flexibles.
Para avanzar en esta dirección, hay que superar cuatro modelos muy estrechos para la construcción de paz que se promueven como dogmas por importantes protagonistas del debate nacional sobre los posibles caminos para la paz. El dogma comienza por decir: mi modelo de paz es el que sirve, cualquiera que se aparte en realidad improvisa y conduce al fracaso. Luego compara su esquema con otros y va descartando las posibilidades como deshojando margaritas. A estos discursos los llamo discursos de la “Paz Imposible” y son los siguientes:
Modelo 1
de la paz imposible: la guerra por la paz. Considera que en Colombia no hay cabida a diálogos de paz y en el mejor de los casos se pueden dar conversaciones para el sometimiento de grupos armados ilegales. La paz la entiende como resultado de la acción militar que debilite y llegue al desmantelamiento de organizaciones criminales.
Modelo 2
de la paz imposible. Si no es como se hizo en La Habana, no hay manera. Sólo se puede hablar de cese al fuego al final del proceso. Se rechazan acuerdos parciales en beneficio de la población en medio de las conversaciones. Se rechazan acuerdos con grupos post Farc; el Acuerdo del Colón es visto como el techo final.
Modelo 3
de la paz imposible. Primero Colombia cambia sus estructuras actuales y después se puede hablar de terminar la lucha armada. Pide que antes de un acuerdo final, el Estado haya implementado cambios estructurales políticos, económicos y sociales, bajo la veeduría del grupo armado y según sus definiciones. Tienden a justificar la “rebelión” armada perpetua…
Modelo 4
de la paz imposible. La suma de procesos de paz locales y el desescalamiento gradual de violencias subregionales es el camino de la paz posible. Considera que después del acuerdo de 2016 no se puede hablar de conflictos armados, ni de solución política negociada, la estrategia es solo de NO Violencia, desmonte de economías ilegales y transformaciones territoriales, con acuerdos de desmonte de grupos ilegales locales. Es más, una estrategia de disminución de violencias que de paz integral.
Cada modelo de paz imposible es más elaborado que este esquema y muchos de sus argumentos más sofisticados se anclan en elementos de la realidad. Su debilidad está en la simplificación y unilateralidad tanto de los análisis como de las estrategias.
Se dice con razón que criticar es más fácil que proponer soluciones a los problemas complejos. También se puede decir que confrontar opiniones, y en este caso modelos de paz imposible, es parte de la construcción o de los ajustes necesarios al Programa de Construcción Integral de Paz. No es poca cosa poner como norte de la estrategia la garantía del derecho a la paz y de la realización de los Derechos Humanos dándole realidad en todo el territorio nacional al Estado Social y Ambiental de Derecho y a la construcción desde abajo de la democracia participativa y de solidaridad. Por aquí puede comenzar un nuevo acuerdo nacional para transitar a una fase de post conflictos armados y de buenos conflictos pacíficos.
“Cada modelo de paz imposible es más elaborado que este esquema y muchos de sus argumentos más sofisticados se anclan en elementos de la realidad. Su debilidad está en la simplificación y unilateralidad tanto de los análisis como de las estrategias”.